sábado, 7 de abril de 2012

Fig & Olive - 230 Fifth Avenue

Hoy ha sido Viernes Santo pero en la oficina se trabajaba. Trabajar en Viernes Santo me parece igual que trabajar en Navidad, pero bueno. Para colmo, justo cuando me estaba sirviendo la comida en la cantina (gumbo!) he caído en que no podía comer carne... y ya era demasiado tarde.

Hemos intentado salir pronto de la oficina. Al final no hemos salido tan pronto como hubiéramos querido, pero lo hemos intentado. Me he acercado a dejar un encargo de Tamara al hotel de Koke y Domingo, los tíos de Javi y luego me he encontrado en un Starbucks (fuente de wi-fi gratis) con Natalie, Pilar, Elena y Alberto, un amigo de Elena.

Hoy teníamos organizado el siguiente plan: cena en Spice Market las cuatro (teníamos cena reservada) y salir de fiesta con Trotxi, en Bunker (lo había organizado con un promoter). Pues en poco tiempo, todo ha cambiado, porque se venía Alberto con su hermano a cenar y Trotxi se venía al plan con otras cuatro personas. Y Giovanni también me escribió... Desde Starbucks, Alberto ha conseguido reservar en Fig & Olive (sugerencia de Elena), después de casi cargarse mi cuenta de Open Table.


La cena ha estado muy bien. Prefiero Fig & Olive para cenar que para tomar el brunch. Hemos tomado unas vieiras de primero (que traían TRES! - sin exagerar), crostini... y luego un plato cada uno. Yo me he pedido Fig & Olive Mediterranean Tasting y he acertado. Lo malo de la cena era que al final éramos siete y, como la música está muy alta, Natalie y Pilar estaban pescando.

En Bunker no hemos conseguido entrar todos. Cosas aleatorias de esta vida, así que nos hemos ido a 230 Fifth Avenue que, en realidad, estaba MIL veces mejor. Bunker por dentro era un sitio mono, pero prácticamente vacío y sin especial buen ambiente. Ellos se lo pierden.

Cuando hemos llegado (Natalie, Giovanni y yo, que habíamos compartido taxi), había una cola como para estar, fácilmente, media hora esperando. El puerta ha visto a Giovanni, le ha hecho un gesto, imperceptible para el ojo humano, y estábamos dentro. Bravo.

230 Fifth Avenue es un rooftop MUY famoso, con vistas al Empire State y al edificio Chrysler. Como hace frío, ponen calefactores y te dan albornoces (rebautizados como BATA-MANTA). No hay que pensar mucho y simplemente ponérselos (no he dicho muy alto que a saber quién se lo había puesto antes, porque si no, Elena ya se plantaba). Hemos organizado un par de mesas, que se pueden pedir aunque no pidas botella y hemos estado charlando en la terraza.










xoxo

PS: He actualizado los posts anteriores, subiendo alguna foto que tenía pendiente... Espero que os gusten.




1 comentario: