viernes, 29 de junio de 2012

Momoya

Al llegar el jueves a la oficina, me encontré esto sobre mi mesa...

¡Sigo sin saber quién lo dejó!
Seguramente nunca lo sabré al ser la final España-Italia, buahaha
... y al salir del trabajo, con mi jefe, nos encontramos esto...





Era algo parecido al Manhattanhenge o solsticio de Manhattan. Espectacular. Las fotos no son demasiado buenas, pero ya podéis apreciarlas, porque casi morimos arrollados.

Por la noche fuimos a cenar a Momoya, un japonés que nos había recomendado Marcello (ahora ya lo escribo bien) en Chelsea. La mayoría de las mesas en la lista de espera eran de dos, así que rápidamente conseguimos mesa. Para beber pedimos Albariño, todo sea por mirar por nuestra patria. Para comer, nos pusimos tibios. Nos acabamos pidiendo casi todos los signature rolls (rolls de la casa).



Aunque estaba KO, no quería ser una vieja aguafiestas, así que me obligué a ir al siguiente plan... y mereció la pena. Fuimos a un bar japonés del que también nos había hablado Marcello. Cuando llegas, es un restaurante japonés cutre y maloliente con muy mala pinta. Abres una puerta y accedes al bar. El bar tiene unas cuantas normas, me recordó a Lady Pepa's:

Falta "Prohibido dar palmas" - Dedicado a Luis Sancho

Cocktails (de lychees, por supuesto), charla, risas, ... Muy bien.

Hoy ha estado muy bien el trabajo y a mediodía además hemos tenido un curso de tax accounting que impartían, entre otras, dos super jefas de un departamento de EY que se dedica a asesorar sobre la contabilidad en la planificación fiscal de empresas gigantes, como pueden ser Google o Pfizer. He alucinado.

A la salida, calorazo infernal. He parado de camino a casa en Pinkberry a probar el yogur helado. Ya lo he probado y no voy a repetir. No porque no esté bueno. El problema es que está DEMASIADO bueno.

También había guarrerías tipo chocolate, peanut butter, etc.
pero la fruta fresca tenía mucha mejor pinta


Ahora estamos preparándonos para salir: Pulquería y Mister H. A ver qué tal se nos da.

xoxo

jueves, 28 de junio de 2012

Eurocopa & ballet

Hoy teniamos bastante trabajo, así que ver el partido me parecía cada vez más complicado. Finalmente, he podido ir en la segunda parte del partido. He llamado a Víctor, también de EY, para ver dónde lo estaba viendo. Estaba en Tonic con Miguel y Joseph, un compañero suyo de trabajo. Al rato han llegado Oleksii, Luigi y Kathrine (del equipo de IVA, de Ucrania, Italia y Dinamarca) y más tarde mi jefe. El partido, como todo el mundo sabe, ha sido un rollo hasta la prórroga. En ese momento, el bar se ha empezado a animar.


Miguel, Víctor y Joseph
Durante todo el tiempo, habia un americano a mi izquierda que imagino que el pobre quería ligar y no hacía más que comentar conmigo. Cuando iban a empezar los penaltis, seguía haciéndome preguntas: "¿Y por qué piensas que Italia va a ganar a Alemania?".   ¡En el momento de los penaltis! He respirado y le he dicho lo mejor que he podido: "Estoy muy tensa. No es el momento de hablar. Lo siento.". No sé a qué ser humano se le ocurre abrir la boca antes de los penaltis de semifinales si no es para animar a los jugadores.

Después de la tensión, de los nervios... ¡FELICIDAD ABSOLUTA! Gritos, saltos, abrazos... y he acabado con mi bolso roto, de tanto bote. 

Vuelta a la oficina a currar y felicitaciones de todos los de los otros desks.

A la salida del trabajo, he cogido pitando un taxi que me llevara a Lincoln Center. He llegado justo a la hora. De hecho, es probable que unos minutos tarde pero ha sido lo justo para que me dejaran entrar, llegar a mi sitio y sentarme.

Daniela (del desk alemán, de precios de transferencia) había organizado con Elena, Olga y Wei, otras chicas a las que yo no conocía , para que fuéramos al American Ballet Theatre a ver "El Lago de los Cisnes". Hay entradas por unos $25, en el gallinero, pero se ve razonablemente bien... y la experiencia es extraordinaria. Me ha encantado. Todo era increíble: la historia, cómo se movían, cómo flotaban, la música - con toda una orquesta gigante-, el vestuario, la sala,... Me he acordado tanto de "Cisne Negro" como de Degas o "Center Stage" (toma mezcla). La escena final parecía un cuadro. Recomiendo absolutamente el plan de ir al ballet en NYC: espectacular.







xoxo


miércoles, 27 de junio de 2012

Barolo

Esta noche hemos quedado con Walter y Rob en Barolo, un italiano en West Broadway (SoHo).

Laura había pasado el otro día y había hablado con la gerente. Tanto ella como María están ayudando a dar a conocer unos ancient baths de Armando, al que conocieron en Félix. Armando es un español que ha venido a Nueva York y ha abierto este local. María le pidió ayudar y Armando le ofreció repartir cajas-regalo a gerentes de hoteles, tiendas y restaurantes (exclusivos) para que comience el boca-a-boca. Laura se ha apuntado a ayudarles a dar a conocer el sitio para practicar inglés, lo que me parece una idea brillante. Se patean el Soho yendo a Prada, Chanel, etc o a Balthazar, etc contando la película de los ancient baths a los gerentes de los sitios. Inmersión total en el idioma!!

Uno de los restaurantes que más llamó la atención de Laura fue Barolo. Además, la gerente (Selin) le ofreció un 20% de descuento si venía a cenar, que por supuesto hemos reclamado, buahaha.

Al final, Walter no ha podido venir porque se ha tenido que quedar trabajando. Nos hemos quedado con Rob, que es un cielo.

Hemos comido fenomenal. De primero, a compartir, tartar de atún y burrata. De segundo, he tomado vitello tonnato y Laura farfalle nere con salmone y Rob tortelloni, creo. Para beber, Orvieto (mmmmm). Me parece que es la primera vez en mi vida que elijo yo el vino!

El sitio era una monada y hemos cenado fenomenal. Muy buen rato.

De vuelta al metro, hemos visto a Marcelo a la salida de Cafe No-ir y hemos quedado para el jueves, para que nos enseñe el japo que decía.

xoxo


domingo, 24 de junio de 2012

Paseo en bici - Miyabi - Converse

Esta mañana me he despertado temprano con la idea de ir a dar un paseo en bici por el parque y así estrenarla. Me ha escrito José para ir con él de paseo a lo largo del río. Hemos quedado en la 59&11 y nos hemos marcado 9km hasta el faro rojo bajo el puente de George Washington.





Bici de pro
Mi bici
9k conseguidos... ahora de vuelta!



Total: 18km. El pobre José se ha portado super bien, yendo en modo paseo y animando en las cuestas arriba. Me he alegrado de que me haya enseñado esta ruta en lugar del plan en Central Park que decía yo. Ha sido un planazo y me lo he pasado genial. Gracias Jose :)

Casa, ducha y a comer con Jose en Miyabi, un japo en NoHo que ha propuesto él. Segunda propuesta que gana él (sobre mi propuesta de Blue Ribbon), pero me he alegrado también, porque hemos comido genial. Estaba todo buenísimo, especialmente los rolls de spicy crunchy salmon y spicy crunchy white tuna. Mmmm mmmmmm!!!! Además, muy bien calidad-precio.

María ha llegado a los postres. ¡Ya sabíamos Jose y yo que teníamos que empezar antes! Ha picoteado algo y nos hemos ido pitando a ver los penaltis del partido Inglaterra-Italia a un bar cualquiera. ¡Viva Italia!

Luego hemos quedado en Félix. Mi intención era no ir y hacer recados. No me apetecía pasar ahí la tarde, pero bueno... al final hemos acabado yendo un rato, especialmente porque Jose había quedado ahí con Álvaro y Carlos, un amigo suyo del trabajo. Eso sí, he cumplido no tomar ni una copa. A media tarde, Laura y yo nos hemos escapado de Félix a la tienda Converse en Broadway. Me he comprado unas deportivas y las hemos customizado. A ver qué tal quedan... ¡Estoy deseando tenerlas listas! Me las dan el domingo que viene.

Hemos vuelto con el resto a Félix. Uno de los desconocidos que se nos ha acercado era un mexicano y hablando... ¡¡¡he adivinado que es el primo de Juan Dosal (senior manager de precios de transferencia de Deloitte, mexicano, antes de la oficina de Madrid y ahora en Rotterdam)!!!

¡El primo de Juan Dosal!

Ahora están todos cenando por ahí, pero yo sigo llena desde mediodía y no sólo es momento de dejar de beber, sino también de ponerme ciega de comida a todas horas! A casa, a descansar un poco. Mañana será otro día.

xoxo

¡¡¡Arriba España!!! - La Nacional

Ayer nos pusimos las camisetas de España que nos trajo Alberto, el novio de Laura, (¡gracias de nuevo!) y nos fuimos a ver el partido a La Nacional.


José y Álvaro habían ido a primera hora para coger buen sitio. Tan a primera hora, que aún no estaba abierto, pero como José se lleva bien con los del sitio, le dejaron entrar antes de abrir. De este modo, cogió el mejor sitio: primera mesa delante de la pantalla. Cuando abrieron, el sitio se llenó. Laura y yo llegamos diez minutos antes del partido... y a José y Álvaro casi les cuesta la misma vida guardarnos las sillas. De hecho, Sandra llegó empezado el partido y María y su amiga como en el minuto 20', menos mal que para entonces ya se habían calmado los humos (con el gol de España).


Ambientazo en el sitio, pantalla XXL toda una pared, FELICIDAD MÁXIMA cuando Xabi Alonso -sí, del Real Madrid- marcó una vez tras otra. Con el primer gol, José acabó abrazado del tío que más caña le daba con la sillas vacías reservadas. ¡Si es que el fútbol une! Lo único medio malo es que hacía un calorazo insoportable. Nada de aire acondicionado. Menos mal que me llevé el abanico de la boda de Thabata, que iba dando vueltas en la mesa...




Íbamos haciendo rondas para ir a pedir cerveza. La barra estaba en la entrada, al otro lado de donde estábamos. No sé cómo conseguí sobrevivir a atravesar una sala TAN llena de gente con cinco cervezas vestidas de novia.



A mitad del partido, sube uno al escenario. Espera a que la sala, abarrotada, se quede en silencio y dice (en inglés): "Sé que estamos todos muy emocionados, pero en esta sala hay definitivamente mucha más gente de la que debería.". En este momento, tiemblo por si tiene que salir gente para cumplir con el aforo permitido. "El edificio tiene 200 años, así que la próxima vez que marque España, por favor, no saltéis todos A LA VEZ". ¡Tremendo!


A la salida, nos fuimos a Félix a celebrar la victoria de España... y restregarle a Julien el resultado. Tea nos consiguió una mesa y por fin nos tomamos unos Benedict, que ya casi los echaba de menos. Nos lo pasamos genial. Marcelo se unió al final de la comida, nos invitó a una jarra de St. Germaine cosmopolitans y al poco tiempo Gonzalo, el bartender, vino a invitarnos a otra. ¡Así se celebra una victoria en cuartos!


Gonzalo

El puro de la victoria
xoxo

sábado, 23 de junio de 2012

Anotheroom, Aurora, Sixty Thompson Hotel, Cafe Noir

La GRAN noticia del día es que a Emiliano le han hecho socio. ¡Genial! Hoy justo estaba en Washington, así que sólo le he podido felicitar por teléfono. Me alegro muchísimo por él, es una noticia buenísima!!!!!

Elisabeth, una de las holandesas, ha retomado la idea de las copas de los viernes entre los desks. Ha tenido éxito entre los nuevos y ya puestos, yo encantada de ir. Además de las copas de los viernes, suelen quedar a correr, pero yo a eso ya sí que no me apunto.

He salido medio tarde de la oficina y ya cuando me iba, me he encontrado con Peter, del desk austriaco, y nos hemos puesto a hablar (él no venía a las copas). Cuando ya estaba de camino, Mauro me ha escrito para que llegara ya de una vez, que era la única que faltaba. Qué mono!

Las copas eran en Anotheroom, en TriBeCa, un sitio de cervezas con tropecientos tipos para elegir. El sitio en la página web decía que era medio romántico, por la iluminación. Quizá por eso, nos hemos sentado fuera en la terraza. Se ha puesto a chispear primero y luego ya a diluviar. Puede que por la mayoría belga/holandesa del grupo, en lugar de meternos dentro, nos hemos quedado fuera, con paraguas. Hasta uno que pasaba por la calle nos ha hecho una foto!

Jack, Jean-Laurent, Elisabeth y Fatiha
Mauro y Jean-Charles
Cuando el hambre apretaba, nos hemos levantado. El grupo estaba indeciso y, como odio estar esperando horas hasta que se moviliza el grupo -especialmente si tengo hambre- me he ido con Laura, que estaba esperándome con Marcelo en Aurora.

Aurora es un restaurante italiano en el Soho, al lado de Félix (a menos de 5' de donde yo estaba). Ellos ya estaban casi terminando, pero se han esperado a que yo me tomara un branzino. Hemos llegado a la conclusión de que el branzino es róbalo, una lubina pequeña. El vino era muy bueno y, como Marcelo es amigo de todos los del sitio, nos trataron fenomenal.

Al terminar, nos fuimos al Thom bar de Sixty Thompson Hotel, también en SoHo. El bar estaba muy bien decorado y la música estaba muy bien. Primero nos tomamos un cocktail de lychees, que no me gustó mucho. El cosmopolitan de pomelo que me recomendó la camarera después estaba mucho mejor. Se vinieron José y Álvaro, un amigo suyo.

Marcelo, Laura y yo, antes de que llegaran José y Álvaro
¡Del ímpetu me tiré cosmopolitan por las piernas!
No se nota, verdad... abandonemos el cosmopolitan antes de liarla más
¡Basta!

Mis piernaaaaaaas!!! Como si no hubiera roto un plato en mi vida.
Al rato, ya nos íbamos. Yo me quería ir a casa, estaba cansadísima, que me caía de sueño. Laura me hizo el lío y, aunque sólo les iba a acompañar a la puerta, acabé tomándome un steak tartar en Cafe Noir (o café no-ir, como dice Laura). Al igual que la hamburguesa del otro día, tampoco valía nada... pero me había quedado con hambre. Creo que me tengo que empezar a preocupar de todo lo que estoy comiendo...

Nos quedamos un rato charlando... y a casa, que mañana (hoy) será otro día.

xoxo

jueves, 21 de junio de 2012

Revel

Hoy a mediodía he quedado a comer con Benjamin en Bryant Park. ¡Las holandesas comen demasiado pronto! De todas maneras, debo intentar hacer un poco el esfuerzo, porque luego por la tarde han venido a ofrecerme hacer una pausa para el café y no he podido porque tenía lío. De momento, en principio, quedamos el viernes y el domingo. Me parecen un encanto, así que no quiero que piensen que soy una rancia que pasa de ellas.

Con Benjamin, fenomenal. Super buena conversación en el parque, aunque con un calorazo pegajoso incluso en la sombra: ha comenzado el verano neoyorkino.

A la salida de la oficina me he encontrado esto en Times Square...






Para cenar, hemos quedado con Walter y Jose en Revel (Meatpacking). El sitio es una monada, un jardín interior muy bien decorado. La comida: ESCASA. Yo había propuesto pedir algo para compartir de primero. La ensalada era una broma. Jose y yo hemos pedido solomillo: era mínimo!! Sin duda, en este sitio hay que pedir pescado. Laura y Walter han acertado con atún y branzino (¿róbalo?). Yo me he quedado silbando y Walter me ha dado de su pescado, jurándome que él no se lo iba a terminar. Además, Jose ha pedido unas patatas (al horno, con tomillo, muy ricas) para matar el hambre.



Al terminar ha llegado María también, aunque Walter y yo nos hemos vuelto a casa, que mañana hay que rendir.

xoxo