David, el amigo de Paco y Bea, y yo habíamos tratado de quedar este pasado domingo y lunes pero al final yo no podía, así que le escribí el miércoles para ver si nos tomábamos una copa después del trabajo. Me llamó desde Socarrat, donde estaba con algunos amigos. Socarrat es un restaurante español y hay varios abiertos en Nueva York. Estaban en la 2ª Ave., entre la 50th y la 51th.
Al salir de la oficina, fui andando al sitio. El miércoles era la asamblea general de la ONU, por lo que todo Nueva York estaba revolucionado con policía, guardaespaldas y coches oficiales. Era todo un espectáculo.
Nada más llegar vi a David. Estaba en la barra con unos amigos, con algo de picoteo. Me pedí una copa de vino blanco.
Con David y su amigo Carlos |
Cuando estás fuera de casa, echas tanto de menos el vino español. En España por un precio razonable puedes tener un vino bastante bueno. No digo ya un vino espectacular de los de concurso, pero bebes muy bien por un precio normal. Así que aquí se echa de menos el vino español y poder tomarlo de nuevo es un gustazo. De hecho, mi copa nunca llegó a estar vacía. El camarero aparecía de la nada y me rellenaba la copa.
Afortunadamente, el resto estaba igual, aunque con Estrella de Galicia. Vamos, que acabamos hablando de política (¡no sacamos nosotros el tema!) con Amaia, la gerente del sitio, amiga de David y Carlos, que es vasca. Conocimos también a Lolo, el dueño del sitio y a su sobrino Mario, que estaba por ahí.
El jueves fue un día de muchísimo trabajo. Últimamente estamos bastante liados, lo que es bueno. La parte negativa es que el departamento en el que trabajamos en Nueva York (no sólo los extranjeros) había organizado unas copas oficiales. Este tipo de eventos son una buena ocasión para conocer a las personas del departamento y, como se dice aquí, hacer "networking". Había mandado un mail a algunos de otros desks para ir juntos, pero no pudo ser. Pues creo que fuimos los únicos de los foreign desks que no fuimos y, de hecho, nos quedamos trabajando hasta las 9pm (las copas eran de 6.30 - 8.30 pm). Mientras tanto, iba recibiendo mensajes de Mauro y Jean-Laurent, que me estaban esperando, ya en el sitio.
Cuando terminaron las copas, volvieron a la oficina a por mí y fuimos Downtown, por la zona de Wall Street, a Cipriani's, un clásico de Nueva York.
Mi amigo RRPP me había escrito porque organizaba una fiesta en Cipriani's, así que era una buena ocasión para conocerlo. Además, había un menú de precio fijo por 35 USD, así que no moriríamos en el intento.
Comiendo "porchetta" (cerda, jajaja) |
Una vez ahí, pedimos el menú de precio fijo (que estaba bien, aceptable) pero también un cocktail (yo un Bellini, invento de Cipriani) y luego vino (esta vez, de la Toscana). Dos cosas a destacar: Jean-Laurent se pidió "beef tagliata" pensando que era pasta y se llevó una pequeña sorpresa al descubrir lo que era. Increíble el número de "señoritas de compañía" con señores mayores, ¡que además vestían muy mal!
Al terminar la cena, comenzó la fiesta. Retiraron las mesas del comedor principal (nosotros cenamos en la terraza del restaurante, una especie de balcón enorme) y la música, que estaba puesta durante toda la cena, subió de volumen. Al principio, Rihanna, "Call Me Maybe", etc. que acabó con merengue y salsa. Un showsito los tres bailando. Salvo por los trajes... ¡quién hubiera dicho que salíamos de la oficina!
Taxi con Mauro de vuelta a casa - JL vive Downtown |
El viernes, diluvio universal por la mañana. ¡Empieza a ser necesario que me compre un paraguas de una vez! Por la noche, íba a quedar con Álvaro y Sandra en casa, "Spanish dinner" con productos de la tierra, pero al final decidimos posponerlo a la semana que viene, que Eileen y Jose ya podrán venir. Un poco de descanso me venía bien, así que agradecí el cambio.
Al salir de la oficina, llamé a Phillip y nos fuimos a cenar a Corner Bistro (West4 & Jane St.), una hamburguesería que me había recomendado Nico. Me recordó bastante a JG Melon: hamburguesería cutre con pocas mesas y camareros eficientes, menú limitado (lo necesario: hamburguesa, chile y patatas fritas), sólo se puede pagar en efectivo, oscuro... ¡¡y una hamburguesa riquísima!!
Hamburguesas (¡qué tamaño!), chile, patatas... y Ginger Ale para Phil, Cosmopolitan para mí - que pega todo con lo que me estaba zampando! |
Al salir, nos dimos una vuelta por el barrio para localizar un sitio apetecible donde tomarnos una copa. En esa vuelta, me acordé de Tamara al ver, justo cruzando la calle a la salida del restaurante, a Victor Garber, de Alias.
Cartel en un chino |
Acabamos en Monument Lane tomándonos una copa de vino yo y Phillip un Hanky Panky, que no le gustó nada en realidad. Estuvimos ahí charlando, me encantaron algunas expresiones que saca Phil de vez en cuando, como "rebusera" (o "busca-pleitos"), que me apunto.
Phillip me contó anécdotas de los premios que ha ayudado a organizar, como cuando estaban dando un tour por las oficinas al presidente de un país pequeño africano y, cuando le dijeron que se hiciera una foto con él, el guardaespaldas, disimuladamente, le hizo un gesto señalándole quién era.
¡Lo siento que estén tan oscuras, pero no es plan de sacar el flash en pleno restaurante! |
¡Te traen la cuenta en una agenda que hace las veces de libro de visitas! |
Además de para tomar una copa, Monument Lane parecía un buen sitio, con encanto, donde ir a tomar el brunch.
xoxo