Viernes 27 de abril 2012
El viernes Laura tuvo un día algo traumático. Todo empezó a la salida de H&M. Se agachó a recoger un neceser que se le había caído a una señora, que iba con su hija, al suelo. Justo cuando lo tenía en la mano y se lo estaba acercando, avisando a la señora, salió un guardia de seguridad de H&M: el neceser era robado. Esto sí que es inmersión en el inglés: ¡ponte a explicarle al de seguridad que no lo has robado tú! Afortunadamente una señora que pasaba por ahí había visto todo.
En el gimnasio, intentó ir a clase de spinning y acabó prometiéndole a un entrenador personal que, si contrataba uno, sería a él... y quiere uno, pero no él!! Con todas estas cosas, va a aprender inglés más que en la academia.
Por la noche, nos quedamos en casa. Fuimos a hacer compra a Trader Joe's. Descubrí que tiene otra planta más. Giovanni tenía una cena que a su hermana, Letizia, no le apetecía, así que invitamos a Letizia a cenar en casa con nosotras. Preparamos de nuevo solomillo a la pimienta. Aclaración: no es con salsa de pimienta, sino con pimienta alrededor, que la semana pasada mis hermanas y mi madre pensaron que realmente me había convertido en una cocinitas. Baby steps!! Nos pusimos el solomillo con unas cuantas cosas de picoteo y unas Peroni. A la 1am ya me había quedado sopa en el sofá...
Sábado 28 de abril 2012
Nos despertamos pronto, pero desayunamos y nos arreglamos con calma. Fuimos por Central Park South a ver hoteles para la hermana de Laura, que puede que venga a visitarla. Luego fuimos a la tienda de Abercrombie para devolver los pantalones cortos de la talla que me quedaba grande. Al llegar, había una cola que daba la vuelta a la esquina. Tal cual me dirigí a la entrada, Thabata-style, y le pregunté con la mejor de mis sonrisas a los que están en la entrada si es necesario hacer esa cola para devolver algo. Como es lógico, me dijo que no. Una vez dentro... acabé encontrando de todos modos unos pitillos vaqueros blancos, que había fichado en Boston.
Habíamos quedado a tomar el brunch con Marc y Taro, los compañeros de Laura, en 5 Ninth, un restaurante en Meatpacking.
La comida estaba bien, pero creo que es el peor servicio que hemos tenido en Nueva York. Estaban totalmente descoordinados entre todos los camareros y hasta Laura se llegó a plantear si estaban borrachos, porque no daban ni una, por ejemplo : (i) pedimos cuatro veces que calzaran la mesa y acabamos haciéndolo nosotros; (ii) cuando terminamos de comer, nos vino el jefe de camareros a pedir disculpas y avisarnos de que nuestra comida estaba a punto de llegar. Por un poco más del precio del plato, tienes barra libre de mimosas, bellinis o bloody marys... aunque con lo cansinos que eran los camareros, no recomiendo este sitio en absoluto.
Taro, de la nada, se queda mirándome y me dice: "Your eyes have a very complex colour!". Jajajaja... ¡qué mono! |
Como nos habíamos quedado con un poco de hambre, fuimos a Chelsea Market, a tomarnos un cupcake y un café a Elenis, que habíamos fichado en el blog de La 5th con Bleecker. Me encontré con Eduardo, el hermano de Jara, en Chelsea Market. Ha llegado aquí en enero, como yo, para trabajar con Cuatrecasas. Estos secondments (traslados temporales) son increíbles tanto profesional como personalmente.
La "madre de Serena" en Gossip Girl ha hecho una colaboración con Elenis |
Después del cupcake, ¡¡¡estuvimos llenas toda la tarde!!! Fue un poco demasiado y, para mí gusto, está mejor el cupcake de chocolate fudge de Crumbs o el cupcake de chocolate de Magnolia... pero teníamos que conocerlos!
Nos despedimos de Marc y Taro y nos fuimos a Macy's, a ver si yo encontraba un vestido para la boda de Thabata & Javi. La mayoría son de prom night, un poco desesperante... Nos rendimos.
Los Rangers habían ganado y había ambientazo! |
Cogimos un taxi a Columbus Avenue, donde intentamos ir a UGG, aunque estaba ya cerrando, y donde compramos un par de cosas en MAC.
Según nos sentamos, iba a contestar a un mensaje de Stephanie para decirle que no salíamos. Tenía el móvil en la mano y llamó Giovanni, para que fuéramos con él. Es su última semana, así que teníamos que hacer el esfuerzo.
Fuimos a Ink 48, un rooftop en la 48th con la 11th, en pleno Hell's Kitchen con vistas al skyline desde el oeste de la isla.
Hacía mucho frío, así que nos metimos dentro a tomarnos una copa. Taro me habló de lo que le gusta Casillas (es madridista) y le acabé poniendo el video de Casillas besando a Sara Carbonero, que le encantó. Aunque seguíamos llenas del cupcake, aceptamos acompañarles a la cena. Fuimos a Il Bricco, un italiano en el que el dueño conocía a Giovanni por su tío. Comimos fenomenal y muy bien de precio.
Taro: - "De acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, las mafias más peligrosas son la italiana, la japonesa y la rusa."
Giovanni (afirmando, serio): - "Sí, creo que la mafia rusa está en Coney Island". (Coney Island es una zona de Brooklyn de playa, donde hay una feria con una noria que sale en muchas películas - adonde quería ir Elena).
Giovanni y Letizia nos contaron que esa mañana en un parque en Brooklyn habían presenciado como un señor colocaba una red en el suelo, echapa trozos de pan y, cuando fueron palomas a comer el pan, recogió la red y sin mediar palabra se llevó las palomas en el coche. Al parecer a una chica, horrorizada ante semejante escena, se le ocurrió preguntarle a Giovanni que por qué se las llevaba. Giovanni, totalmente serió, le contestó: "Comida china. Dumplings".
Domingo 29 de abril de 2012
Hemos madrugado para ir a una misa gospel en Harlem. Hemos invitado a Giovanni y Letizia a desayunar a casa y han traido croissants. Stephanie nos había dicho iglesias a las que podíamos ir. Hemos subido hasta la universidad de Columbia en metro y nos hemos dirigido a la iglesia.
Entrando en Morningside Park, que separa Upper West Side de Harlem |
Ya en Harlem. Admito no ir muy adaptada al medio, pero mirad a Laura con su bolso de LV! |
Quizá por ir de día, Harlem está mucho mejor de lo que me esperaba, excepto alguna calle que hemos atravesado |
Ni hemos intentado ir a la iglesia más famosa (y turística) de Harlem, porque había que estar 45' antes. Hemos intentado ir a otra en la que Stephanie nos había dicho que el gospel estaba bien.
Mount Neboh - buen gospel |
La iglesia estaba llena, así que los que estaban en la entrada nos han recomendado otra que estaba cerca. Al llegar me he acordado mucho de Phillip, que ya me había descrito un poco el panorama: señoras mayores, como el de la Banca de Inglaterra, con vestidos formales como de otra época y tocados, poniéndose de pie en medio de la misa para soltar un "¡Aleluya!" o un "¡Alabado sea el Señor!". Hemos oido poco gospel, pero el sermón del cura no tenía desperdicio. Yo no estaba muy ilusionada con ir a la misa. Sabía que iba a ser una experiencia y prefería hacerlo con Laura, antes de que Giovanni y Letizia se fueran, pero estaba un poco reacia porque me parecía que era un poco circo. Sin embargo, me ha encantado la misa y me ha parecido muy auténtica.
A la que hemos ido finalmente |
A la salida de la iglesia nos hemos encontrado con Juanjo, el novio de Helena, y Rodrigo, con quienes habíamos quedado para la misa. Nos hemos ido en el momento de los bautizos y nos hemos acercado a Harlem Tavern, que me habían recomendado hace tiempo Fátima y sus compañeros del máster.
Hemos comido bien, pero nos hemos quedado con las ganas de comer en la terraza. Supongo que lo ideal habría sido reservar... lo cual me apunto por si alguna visita quiere ir a una misa gospel.
If you see something, say something! |
Hemos ido dando un paseo por Central Park hasta Le Pain Quotidien, para tomarnos el postre.
Cuando hemos llegado a casa, me he dormido una siesta de media hora y hemos ido al gimnasio, para hablar con alguien y así poder solucionar lo de Laura con el entrenador personal. Con el chico que él quería hablar no estaba, así que nos hemos ido al centro comercial de Time Warner a dar una vuelta.
Una vez en casa, ha llamado María desde el taxi, que estaba compartiendo con una chica que iba cerca de casa. Había tenido muy buen vuelo, además le habían pasado a business. Lo malo es que se había llevado por error una maleta que no era la suya!! Era idéntica. Al tener la suya sus datos de contacto, la dueña de la maleta la había llamado. Bastante borde y maleducada. Le dije a María que viniera a casa a dejar todo y la acompañábamos, ya que era en Brooklyn y como para ir sola (y perderse). Cogimos el metro, ya que los taxis no llevan ahí. De camino, recibimos un mensaje de la pirada que tenía la maleta de María, rogándole que le devolviera la maleta y diciéndole "Ten humanidad. No diremos nada.", porque tenía las cosas de su hijo pequeño. Anda que (i) las cosas más básicas de los niños se facturan? y (ii) si nos pasara eso, no compraríamos algo de comida/pañales de urgencia en cualquier sitio? Llegamos lo antes posible, teniendo en cuenta que el metro no paró donde tenía que parar y después de deambular por ahí conseguimos un taxi que nos acercara a su hotel (llamado "Super 8"...).
Al llegar, estaba la señora con su marido, en cólera, y nos dijeron de todo. De acuerdo que, por error, María se había llevado su maleta, pero nos habíamos acercado hasta su hotel (en el c*lo del mundo) lo antes posible. Vamos, entre otras perlitas, soltaron: "Porque tenías las cosas de mi hijo, que si no hubiera prendido fuego a tu maleta" o "¿Déjalo, seguro que se estaban arreglando para salir y por eso han tardado tanto". En el momento en que la tipa dijo eso, yo no daba crédito: las tres estábamos agotadas, yo con UGG y abrigo gigante, María con gafas y Laura con mi sudadera y debajo la camiseta de los Yankees. Vamos, casi listas para Lavo. Y no lo decía en tono irónico como si la llamáramos guapa a ella. Claro que, viniendo desde Manhattan -hasta su cutre hotel- tenían que tratarnos de idiotas/snob y seguro que, para colmo, el hecho de que María les hubiera dicho que teníamos que ir en metro porque los taxis no nos llevaban a Brooklyn les había sentado como una patada en la boca. En plena discusión (nosotras simplemente tratando de calmar a las fieras perroflautas), he parado un taxi que ha aparecido milagrosamente, que nos ha sacado de ahí. Menuda aventura...
Bueno, ya estamos las tres en casa, sanas y salvas.
xoxo