domingo, 24 de junio de 2012

¡¡¡Arriba España!!! - La Nacional

Ayer nos pusimos las camisetas de España que nos trajo Alberto, el novio de Laura, (¡gracias de nuevo!) y nos fuimos a ver el partido a La Nacional.


José y Álvaro habían ido a primera hora para coger buen sitio. Tan a primera hora, que aún no estaba abierto, pero como José se lleva bien con los del sitio, le dejaron entrar antes de abrir. De este modo, cogió el mejor sitio: primera mesa delante de la pantalla. Cuando abrieron, el sitio se llenó. Laura y yo llegamos diez minutos antes del partido... y a José y Álvaro casi les cuesta la misma vida guardarnos las sillas. De hecho, Sandra llegó empezado el partido y María y su amiga como en el minuto 20', menos mal que para entonces ya se habían calmado los humos (con el gol de España).


Ambientazo en el sitio, pantalla XXL toda una pared, FELICIDAD MÁXIMA cuando Xabi Alonso -sí, del Real Madrid- marcó una vez tras otra. Con el primer gol, José acabó abrazado del tío que más caña le daba con la sillas vacías reservadas. ¡Si es que el fútbol une! Lo único medio malo es que hacía un calorazo insoportable. Nada de aire acondicionado. Menos mal que me llevé el abanico de la boda de Thabata, que iba dando vueltas en la mesa...




Íbamos haciendo rondas para ir a pedir cerveza. La barra estaba en la entrada, al otro lado de donde estábamos. No sé cómo conseguí sobrevivir a atravesar una sala TAN llena de gente con cinco cervezas vestidas de novia.



A mitad del partido, sube uno al escenario. Espera a que la sala, abarrotada, se quede en silencio y dice (en inglés): "Sé que estamos todos muy emocionados, pero en esta sala hay definitivamente mucha más gente de la que debería.". En este momento, tiemblo por si tiene que salir gente para cumplir con el aforo permitido. "El edificio tiene 200 años, así que la próxima vez que marque España, por favor, no saltéis todos A LA VEZ". ¡Tremendo!


A la salida, nos fuimos a Félix a celebrar la victoria de España... y restregarle a Julien el resultado. Tea nos consiguió una mesa y por fin nos tomamos unos Benedict, que ya casi los echaba de menos. Nos lo pasamos genial. Marcelo se unió al final de la comida, nos invitó a una jarra de St. Germaine cosmopolitans y al poco tiempo Gonzalo, el bartender, vino a invitarnos a otra. ¡Así se celebra una victoria en cuartos!


Gonzalo

El puro de la victoria
xoxo

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