sábado, 23 de junio de 2012

Anotheroom, Aurora, Sixty Thompson Hotel, Cafe Noir

La GRAN noticia del día es que a Emiliano le han hecho socio. ¡Genial! Hoy justo estaba en Washington, así que sólo le he podido felicitar por teléfono. Me alegro muchísimo por él, es una noticia buenísima!!!!!

Elisabeth, una de las holandesas, ha retomado la idea de las copas de los viernes entre los desks. Ha tenido éxito entre los nuevos y ya puestos, yo encantada de ir. Además de las copas de los viernes, suelen quedar a correr, pero yo a eso ya sí que no me apunto.

He salido medio tarde de la oficina y ya cuando me iba, me he encontrado con Peter, del desk austriaco, y nos hemos puesto a hablar (él no venía a las copas). Cuando ya estaba de camino, Mauro me ha escrito para que llegara ya de una vez, que era la única que faltaba. Qué mono!

Las copas eran en Anotheroom, en TriBeCa, un sitio de cervezas con tropecientos tipos para elegir. El sitio en la página web decía que era medio romántico, por la iluminación. Quizá por eso, nos hemos sentado fuera en la terraza. Se ha puesto a chispear primero y luego ya a diluviar. Puede que por la mayoría belga/holandesa del grupo, en lugar de meternos dentro, nos hemos quedado fuera, con paraguas. Hasta uno que pasaba por la calle nos ha hecho una foto!

Jack, Jean-Laurent, Elisabeth y Fatiha
Mauro y Jean-Charles
Cuando el hambre apretaba, nos hemos levantado. El grupo estaba indeciso y, como odio estar esperando horas hasta que se moviliza el grupo -especialmente si tengo hambre- me he ido con Laura, que estaba esperándome con Marcelo en Aurora.

Aurora es un restaurante italiano en el Soho, al lado de Félix (a menos de 5' de donde yo estaba). Ellos ya estaban casi terminando, pero se han esperado a que yo me tomara un branzino. Hemos llegado a la conclusión de que el branzino es róbalo, una lubina pequeña. El vino era muy bueno y, como Marcelo es amigo de todos los del sitio, nos trataron fenomenal.

Al terminar, nos fuimos al Thom bar de Sixty Thompson Hotel, también en SoHo. El bar estaba muy bien decorado y la música estaba muy bien. Primero nos tomamos un cocktail de lychees, que no me gustó mucho. El cosmopolitan de pomelo que me recomendó la camarera después estaba mucho mejor. Se vinieron José y Álvaro, un amigo suyo.

Marcelo, Laura y yo, antes de que llegaran José y Álvaro
¡Del ímpetu me tiré cosmopolitan por las piernas!
No se nota, verdad... abandonemos el cosmopolitan antes de liarla más
¡Basta!

Mis piernaaaaaaas!!! Como si no hubiera roto un plato en mi vida.
Al rato, ya nos íbamos. Yo me quería ir a casa, estaba cansadísima, que me caía de sueño. Laura me hizo el lío y, aunque sólo les iba a acompañar a la puerta, acabé tomándome un steak tartar en Cafe Noir (o café no-ir, como dice Laura). Al igual que la hamburguesa del otro día, tampoco valía nada... pero me había quedado con hambre. Creo que me tengo que empezar a preocupar de todo lo que estoy comiendo...

Nos quedamos un rato charlando... y a casa, que mañana (hoy) será otro día.

xoxo

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