Brasileño y jazz en Chinatown

Al llegar por la mañana a la oficina, he ido a comprobar el correo lo primero de todo. ¡Ahí estaba mi cheque! Menos mal... Directa al banco a ingresarlo. Como no podía ser de otra manera, el cheque no es efectivo hasta dentro de 5 días, pero tengo $200 disponibles "gracias al banco". Parece una broma, pero así funcionan las cosas por aquí. Además, mi madre ha conseguido dar con una chica super eficiente en Caja Madrid que me ha arreglado lo de la tarjeta española. Efectivamente está desmagnetizada, pero la razón por la que palmó del todo es porque Visa no se fiaba de Carmine's, el italiano del jueves, y decidió bloquearme la tarjeta sin previo aviso. Gracias Visa. Nota mental: en Carmine's hay que pagar en efectivo!

A la salida del trabajo hemos ido a  Emporium, un brasileño. Hemos ido Sahar (belga), Stephanie, Maria y su novio, Dario, que está de visita. El restaurante estaba bien, pero sin más. Imagino que las comparaciones son odiosas y es que el otro brasileño que conozco es Rubaiyat y el plan baby beef + caipirinhas es dificil de superar. El novio de Maria no habla más que italiano, así que he podido practicar un poco y como Stephanie y Sahar hablan francés, nos entendíamos todos bien.

Luego nos hemos ido a  Apotheke, en Chinatown. Es un bar de cocktails supuestamente medio clandestino (con página web, así que no clandestino del todo) MUY CHULO. La barra y todo está decorado como si fuera una farmacia antigua, incluso los camareros están con batas blancas. Todo oscuro y poco iluminado, con una banda de jazz en directo que da muy buen ambientillo. Siendo también jazz, no tenía nada que ver con el plan del otro día. Esto era más bar chill-out mientras el sitio del otro día era un plan para ir a escuchas la música exclusivamente, sin hablar y a la vez picoteando. Los cocktails de Apotheke estaban muy ricos (también tienen sin alcohol). El menú estaba dividido según para qué estaban "recetados": estimulantes, afrodisiacos, etc. La gente bien vestida, pero a la vez graciosa y nada formal. Hemos conseguido mesa a base de solidaridad con otros y al final se han puesto a bailar unos espontáneos en medio. Definitivamente merece la pena ir y en teoría el lunes es el día.

A la piltra, que es tarde y estoy pachucha!

xoxo