¡ARRIBA ESPAÑA! ¡Orgullosa de ser española!

Teníamos planeado ver el partido en La Nacional: ambientazo, aunque sin aire acondicionado. Con el calorazo que hace (mil grados a la sombra, por lo menos), cuando Jose nos ha propuesto cambiar el plan a otro sitio con pantalla grande y aire acondicionado, no hemos dudado un momento en aceptar. Sólo sabía la dirección exacta y cuando ya estábamos llegando, se me ha ocurrido preguntar el nombre: Da Mikele. ¿En qué momento a alguien se le ha ocurrido ir a un italiano a ver la final de la Eurocopa?

Por Church St., llegando a Da Mikele

Hemos llegado de los primeros al restaurante y nos hemos puesto en los mejores sitios, al lado de la pantalla. Han comenzado a llegar italianos. Una de ellas ha venido a tantear el terreno y ha visto que veníamos en son de paz. Realmente, los italianos y los españoles siempre nos hemos llevado bien... ¡y una final España - Italia es un gustazo!

La victoria así sabe mejor

¡Me ha encantado recibir mensajes de WhatsApp todo el partido!
¡Mi madre y Maite Luque me enviaban foto-montajes para calentar motores!

Con algunas italianas del restaurante

Gran partido, qué voy a contar. De hecho, estoy sin voz de cantar los goles. Cero sufrimiento y goleada, para qué queremos más. Con el cuarto gol, todos los italianos del restaurante se han puesto en pie y han aplaudido. Nosotros, los españoles, nos hemos puesto a corear "Itaaaalia, Itaaaaaaaalia". ¡Ha estado precioso! Y es que no podía haber sido una final con mejor rival.

Laura siendo vacilada por un niño italiano de 12 (?) años

Durante todo el partido, mientras nos tomábamos unas pizzas con Morettis, he ido recibiendo mensajes de Whatsapp: mi familia, Stephanie, María, Soror, Maite Luque, Josipa, ... Al final del partido, la dueña del restaurante, italiana, nos ha dado la enhorabuena uno a uno a todos, estrechándonos la mano. ¡Qué gustazo el ambiente, la final... y qué grande nuestra selección española!

¡Ñññññññññññññññññam!

A la salida, en lugar de ir a Columbus, como pensábamos, hemos ido a Félix, que estaba más cerca. He recibido video de Patricia, con la celebración en Columbus Circle (cuando pueda, lo subo).

Llegamos a Félix con un calor infernal. Los domingos está siempre lleno, pero ya de celebración de la Eurocopa, no cabía un alfiler. Saludé a Austin, el puerta, que nos dejó pasar sin problema a Laura y a mí y a Elisabeth y a María, porque iban conmigo ("¿Vais con ella?" - yeah, yeah :P!). ¡Qué mono! Todos nos dieron la enhorabuena y Marcello, en poco tiempo, nos apañó una mesa cerca de las ventanas, donde hay más aire. Empezó a llegar gente: Benjamin y Sergio, Miguel y sus amigos... ¡Orgullo de ser españoles!

La única copa de St. Germaine cosmopolitan que me tomé antes de pasar al agua!!

Con Tea, que va de rojo... VIVA ESPAÑA!!

A mitad de la celebración, como se me habían caído dos tachuelas de mis (fabulosas) Converse, me he ido a la tienda a que me las arreglaran. Al llegar, estaban cerrando. Le he enseñado la hora en mi móvil al de la puerta (6.54pm) y le he dicho que no dejarme entrar cuando la hora de cierre son las 7pm era ilegal. Vamos, ¡como si yo conociera las leyes de NY/Estados Unidos! Lo he dicho con tanta seguridad que ha llamado al gerente de la tienda, que ha venido rápidamente a dejarme entrar. Apuntado: palabra mágica - ILEGAL.

Con Enrique, que cruzó la calle para subirme en brazos
cuando volvía de la tienda Converse... LOCO!

Con Austin, el puerta de Félix (claramente, el de la izquierda)
y mi amigo francés, gerente de Rosemary, al que conocí en el metro!

Desconocido americano con camiseta de Torres

¡Qué arte!

xoxo