De vuelta a NYC

Ya estoy de vuelta. Estas, si Dios quiere, serán mis últimas vacaciones en España antes de volver de NYC... y las he disfrutado a tope.

La llegada fue complicada. Tras salir el jueves a las 10pm de NYC y hacer escala en Dublin, llegué a Madrid a las 8pm del viernes. Al salir por la puerta de la policía, estaban esperándome mis padres al lado de Alfonso, un amigo (/ex-compañero de trabajo) que me hacía el GRAN favor de venirme a recoger a Barajas, tan tarde, para ir en coche a Orense. Mis padres fueron sólo para saludarme, aunque fuera cinco minutos... y venían con mi abuela, que estaba escondida. Otra razón para sentirme super afortunada. Tanto por mi familia, que se vino a Barajas sólo para saludarme, como por el hecho de que Alfonso viniera a por mí y me esperara para ir a Orense.

Teníamos que ir a Orense, porque nuestro amigo Jon se casaba el sábado. Fuimos charlando todo el camino. Alfonso fue... rapidito... así que estuvimos en Orense a las 12.30pm.  Al llegar, salimos de fiesta pre-boda. En ese momento, estaba sorprendida de que el jet-lag no había atacado demasiado. Y toda la semana he conseguido sobrevivir sin jet-lag.

La boda de Jon estuvo genial. Boda civil en un pazo maravilloso. Comida riquísima (pulpo, empanada, cigalas, bogavante,...) y fiesta DIVERTIDÍSIMA.

Los chicos de la mesa: Jaime, Jon Ander, Alfonso, del Barrio y Carmona

Las chicas de la mesa: con Joana, Amparo y Sandra

Jon

Vicente, David Carmona y yo

Bea, María, Carmen, Esther, Vanessa, Amparo y yo

El resto de la semana, tranquila y a la vez sin parar. Además de médicos, familia (incluida cena con Esther, Alberto y Adriano), cañas con amigas, comidas y cenas con amigos... y nuestra perrita!!! Por fin ha llegado KELBA a casa!!!

Almudena, Rocío y Lucía, las mejores amigas de Tamara, se la regalaron a mi madre. Sorpresa insuperable. La perra es una monada, mala, mala. Se me caía la baba con ella.

El sábado por la mañana nos fuimos a Trujillo, donde Trejo se casaba con Javi. ¡Qué ilusión! Todo también estuvo fenomenal. Fue un finde increíble. María estaba guapísima. Me hizo muchísima ilusión, además, que me hicieran testigo y poder ver de cerca, sin perderme un detalle, cómo se casaban. Super monos, daba gusto. El sitio, tanto Trujillo como la iglesia y el sitio de la fiesta, una pasada y todo cuidado al detalle, como ya me imaginaba. La novia, espectacular. ¡Qué guapa! Y la fiesta...  mejor no entrar en detalle. ¡Muy buena!

Pablo, Marta y Deepa

Con mi Albert

Peter (aka, "atemporal") y Burgos

Arroyito, Deepa, Trejo, Bermu, Lauris, Moscoso y Paco

Rocío

Con Laura tramando algo...

Bus de vuelta, sin incidentes (afortunadamente y para variar)

Feliz por haber ido a las dos bodas, de poder disfrutar tanto con Jon (y su ahora mujer, Lucía) como con María y Javi. Semana de 10 con familia y amigos. No me aterroriza volver, porque creo que tengo mucha suerte con lo que tengo en casa.

Ahora ya he vuelto a NYC. Última vez que vuelvo a NYC siendo mi "casa", al menos de momento. Vuelvo con todas las ganas de aprovechar esta recta final, de aprender todo lo que pueda en el trabajo,  de ir a la super conferencia mundial de mi departamento, de exprimir la experiencia al máximo, de estar con mis amigos de aquí, de conocer más gente que estoy por conocer, de disfrutar, de reírme a carcajadas, de ir a todos los sitios que me faltan, de bailar en Mister H encima del sofá, de viajar un poco más... de poder decir " no pude aprovecharlo más" antes de irme con una sonrisa de oreja a oreja.

Hoy me he despertado con un tiempo horrible. Pereza total... nooooo!!!!

En el trabajo, reunión interesante por la mañana y el resto del día terminando de meter cambios en un informe que dejé pendiente antes de irme, en un proyecto en el que creo que he aprendido bastante. ¡Satisfecha con el resultado :)!

Al salir de la oficina, me he ido a cenar con Mauro y Jean-Laurent (del desk italiano y francés, respectivamente) a Mercato. A Mauro no le gusta mucho ir a italianos en NYC porque dice que normalmente él cocina mejor. Por supuesto, ya le he dicho que eso no lo puede decir sin más, sin probármelo. De todos modos, para no gustarle los restaurantes italianos, éste le ha gustado mucho, lo que ya da una idea de cómo está Mercato. A mí me ha encantado, sin duda. Algo a tener en cuenta es que los dueños son de Puglia, así que a la hora de pedir vinos teníamos claro que había que pedir vino pugliese. 

Ahora, mientras actualizo, acaba de llegar Phillip a casa. Se queda esta semana, porque le pilla mejor mi casa de su oficina y esta semana entra muy pronto por las mañanas.

xoxo