miércoles, 10 de octubre de 2012

Días tranquilos

Ayer (martes), comí con Alfredo, Víctor y Miguel, españoles de EY. Muy divertido. Están en diferentes departamentos y en realidad hicimos piña por ser españoles. Víctor se vuelve casi a la vez que yo a España. Alfredo y Miguel se quedan aquí, aunque nadie se queda en NYC por siempre. Parece que siempre es una ciudad de paso... pero el plan siempre es acabar volviendo a tu país.

A mí no me importaría quedarme más tiempo, pero no es el plan... y ya estoy en la recta final, así que más me vale hacerme a la idea. Pienso en todas las cosas positivas de mi vuelta y no me cuesta tanto, aunque aquí también soy muy feliz.

Por la noche me quedé en casa. Estaba reventada y necesitaba dormir. Cuando llegué, estaba Celina en casa (la asistenta). No paró de rajar según llegué a la casa. De nuevo, no importaba que tuviera la TV encendida, que ella tenía cuerda para rato. Cuando conseguí que se fuera, me preparé una tortilla de gambas y unas gyozas, así que cené fenomenal.

Hoy he ido en metro a la oficina. Al llegar, el cartel señalaba que quedaban 8 minutos para que llegara el siguiente metro, lo que es raro, porque suelen pasar cada dos minutos. Al llegar, estaba hasta la bandera. Columbus Circle es una estación en la que suele bajar bastante gente, pero aún así el vagón seguía bastante lleno. Al conseguir entrar, dice el conductor por el megáfono: "Ya hay un metro fuera de servicio y por eso tenemos tantos retrasos. A los que estáis bloqueando las puertas: si queréis que otro tren se quede fuera de servicio, seguid así! (keep it up!)".

El trabajo también ha estado tranquilo. A mediodía he quedado con Mauro (desk italiano), Martijn (desk holandés), Peter (desk austriaco), Ken y Arne (los dos, del desk belga). No sé cómo lo hago, que últimamente sólo me rodeo de chicos. Martijn estaba alucinado porque hemos estado hablando de futbol americano y seguía la conversación. Claro, me hablaban de Tom Brady y cómo no lo voy a tener localizado!!! Jean-Laurent está mirando precios de entradas para ir a ver a los Giants o a los Jets en breve. ¡Me apetece un montón!

Después de la oficina iba a quedar con Jose para ir a La Esquina, pero cuando hemos hablado, se acababa de despertar de la siesta y hemos pospuesto La Esquina a otro día. Como había sacado pollo del congelador (raro en mí, que siempre se me olvida) se me ha ocurrido llamarle más tarde. Tenía pollo para un regimiento. Hemos acabado organizando cenita juntos en casa: fajitas y vino.

El pobre Jose al principio pensaba dejarme como ama de mi cocina... hasta que ha visto que mejor mano a mano. Eso sí, mi pollo con soja estaba muy rico!!! (Qué mérito!) Toda la comida, preparada con mi super delantal que, según Jose, es el delantal de José Tomás.

Muy buen plan para un miércoles cualquiera. ¡Qué cocinitas!



xoxo
Cada día tengo más imanes y cartelitos

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